miércoles, 30 de mayo de 2012

Algoritmo

DEIBY CORRALES, CAMILO SAAVEDRA 9-8







lenguaje de programación


DEIBY CORRALES CAMILO ANDRES SAAVEDRA 9-8
Los fantasmas (del griego φάντασμα, "aparición"), en el folclores   de muchas culturas, son supuestos espíritus o almas desencarnadas que se manifiestan entre los vivos de forma perceptible (por ejemplo, tomando una apariencia visible, produciendo sonidos o aromas o desplazando objetos —poltergeist—), principalmente en lugares que frecuentaban en vida, o en asociación con sus personas cercanas. Constituye uno de los tipos más conocidos de superstición. 
Fantasma


Descripción

Quienes dicen haberlos visto los describen como siluetas o sombras monocromas, por lo general oscuras o blanquecinas, más bien difuminadas, nebulosas o antropomórficas, de carácter inmaterial y trasparentes, que flotan y pueden no estar completas o no tener rasgos definidos ni rostro; pero también y más raramente aparecen opacos, de cuerpo entero y con apariencia humana normal. Algunos parapsicólogos afirman que cuando se mueven adoptan la apariencia de esferas de luz u orbes, que supuestamente han sido filmados saliendo o entrando a través de paredes; en realidad, podría tratarse de rods, artefactos, motas de polvo, insectos o ilusiones ópticas producidas porpareidolia, apofenia o cualquier otro prejuicio cognitivo.

Según algunos parapsicólogos, la aparición del fantasma no suele sobrepasar unos pocos segundos, raramente llega al minuto; cuando ocurre, se supone que la temperatura baja sensiblemente; pueden acompañarlos aromas penetrantes, golpes, ruidos (generalmente pasos), música o voces que pueden grabarse magnetofónicamente (los llamados fenómenos electrónicos de vos, mal llamados psicofonías), aunque cada uno de estos fenómenos puede darse también separada y aisladamente. Su aparición supuestamente provoca a veces en los seres humanos decaimiento, opresión o cefaleas; en los lugares y en el momento de su manifestación estos parapsicólogos dicen haber medido una carga electromagnética inusual.1 Se afirma también que en los lugares que frecuentan los fantasmas a menudo se descargan las baterías de los aparatos eléctricos destinados a captarlos o se apagan las luces, lo que se debería a que los fantasmas manipulan (absorben, y menos frecuentemente expulsan) una cierta energía cinética (en forma de movimientos de objetos, frío o calor) o electromagnética, o están relacionados de algún otro modo con distorsiones en las mismas. Aseguran también que es un hecho muy frecuente y previo a su aparición un cambio físico o psíquico en el entorno en que se manifiesta: obras de reforma de una casa, un nuevo habitante en la misma, etcétera. Si se trata de un cambio anímico, suele ser un hecho emotivo y trágico, un fallecimiento o nacimiento recientes, un cambio hormonal (adolescencia, climaterio, menopausia), en todo caso emocionalmente significativo. A veces concurren ambos hechos.

Como las leyendas etiológicas, los fantasmas se creen ligados a un lugar. Se afirma que algunas veces han sido vistos y grabados traspasando muros sólidos, y que algunos pueden mover o transportar objetos de leve peso, pero siempre por poco tiempo. Supuestamente, obedecen a las leyes de la perspectiva según el punto del espacio desde el que se los contempla; muchos parecen sólidos y opacos, por lo que pueden ser filmados, se reflejan en los espejos y producen ruidos sincronizados con sus movimientos (pasos, etc). Generalmente dan la impresión de ser tan reales como las personas vivas, aunque sólo durante un periodo de tiempo muy breve.


Algunas ceremonias, como por ejemplo los exorcismos, se atribuyen el poder de alejarlos durante un tiempo o definitivamente.Ciertas personas, los llamados clarividentes, médiums, ashanes o chamanes, dicen observarlos con frecuencia o poder comunicarse con ellos; asimismo prácticas conocidas como lacanalización mediúmnica y la necromancia o nigromancia aseguran poder hacer que los muertos se encarnen otra vez brevemente. Según qué tradición, los fantasmas aparecen con distinto atavío, más o menos relacionado con su muerte (el clásico de la literatura occidental es el sudario o sábana mortuoria); el momento difiere, aunque por lo común es a la puesta de sol, a medianoche, en luna llena, a una hora fija o en una fecha determinada, por lo general la de su muerte, o de noche; sin embargo hay también apariciones poco puntuales que "se manifiestan" de forma imprevista e imprevisible en cualquier momento, incluso a mediodía. Los parapsicólogos los clasifican en residuales y conscientes; los residuales repiten siempre lo mismo, se aparecen periódicamente y parecen ajenos a quienes los ven, pero su actitud no es comunicativa ni necesitan la presencia de seres humanos para manifestarse, por lo que ha veces han sido grabados por cámaras de vigilancia sin presencia humana alguna; los conscientes poseen actitud comunicativa y pueden interactuar con los vivos, pero lo corriente es que terminen siendo esquivos y huidizos, ya que su manifestación visible es siempre discontinua y nunca se prolonga largo tiempo; podría decirse que tienen más miedo o angustia ante los seres vivos que estos ante ellos; solo unos pocos son abiertamente benéficos, malignos u hostiles, la mayoría son indiferentes.

Los estudiosos del fenómeno afirman que existen también fantasmas de personas vivas (bilocación, doppelganger, fetch...) y documentan también la aparición de fantasmas de animales (por ejemplo el Perro negro, el Dip, la Pesanta o el Cadejo, entre otros), barcos, trenes, aviones, casas y pueblos fantasmas e incluso objetos fantasmas, como los tsukumogami japoneses o los domésticos de parasoles (karakasa) y linternas (chōchinobake).

Pueden aparecerse solos, lo que es lo más corriente, o formando grupos, incluso numerosos. Su manifestación en algunos casos es anuncio o aviso de algo positivo o funesto por ocurrir. También los hay de carne y hueso: en 1937 la folclorista estadounidense Zora Neale Hurston escuchó en Haití el caso de Felicia Félix-Mentor, fallecida y enterrada en 1907 y viva aún treinta años después como zombi semiconsciente a causa del habitual uso en el animismo vudú de dosis semiletales de drogas/veneno como tetrodotoxina, estramonio o datura que provocan por anoxiaparálisis temporal y locura permanente. Otras alucinaciones visuales o auditivas provocadas por enfermedades como la esquizofrenia o por las drogas (flash recurrentes de LSD, por ejemplo), o bien las falsas resurrecciones espontáneas causadas por enfermedades como la rabia, la catalepsia etcétera pueden haber originado asimismo leyendas de aparecidos, revenants, vampiros yno muertos en personas predispuestas por prejuicios cognitivos y tradiciones culturales propicias. Por otro lado, partes del cuerpo humano desaparecidas, amputadas o cercenadas pueden ser percibidas por el cerebro como miembros-fantasma. Para los espiritistas, un fantasma también podría ser un espíritu atrapado en nuestro mundo por medio de invocaciones, brujería o promesas (almas en pena).